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¿Cuál es la historia del pan de muertos?

Se acerca la celebración del Día de Muertos, aunque ya hace bastantes jornadas que se pueden ver a la venta los tradicionales panes de muertos. No faltan en ningún altar, puesto que son un elemento fundamental de esta tradición. La celebración data de antes de la llegada de los Españoles a América, pero fueron los europeos quienes introdujeron un elemento en la cultura americana que, con el paso de los años, se convertiría en lo que hoy se conoce como pan de muertos.

La especialista en literatura moderna y salud, Marilú Acosta, explica que los religiosos europeos introdujeron este alimento de manera natural en representación de la eucaristía, con lo que el mito que explica el pan de muerto como representante de los sacrificios humanos que realizaban los indígenas, no está sustentado.

Acosta detalló que el pan de muerto tiene distintas variantes, existen en forma de calavera y de domo, con una bola a lo alto que asemeja el cráneo con cuatro huesos, los cuales pueden representar los cuatro elementos (tierra, fuego, aire, agua), o bien, los cuatro puntos cardinales, esenciales para el retorno de los muertos a casa.

A su vez, la especialista abundó que también existen panes de muerto en forma de animales, vegetales o seres fantásticos, cuyos ingredientes son harina, levadura, azúcar, sal, huevo, mantequilla, manteca vegetal y agua de azahar, olor que recuerda a los muertos.

Precisó que un altar de muertos está constituido por varios niveles y van desde los muy sencillos, con solo dos, hasta los más complejos de hasta siete, en éstos se colocan ofrendas para recibir a las ánimas que, según la tradición, vienen de visita al mundo de los vivos una vez al año, y el pan de muerto es uno de los elementos que no debe faltar.

Sin embargo, agregó que comer pan de muerto es una costumbre mexicana muy arraigada y su consumo es una manera de honrar y recordar a los ancestros, de integrarlos a la vida diaria.